jueves, 2 de febrero de 2012

para ver el cielo

Los usurpadores hacen todo lo posible por hacernos olvidar que acaban de llegar.


Para ver el cielo me encaramo en el catre. El cielo: un recordatorio de lo que se puede olvidar temporalmente. Por ejemplo, que los fondos de inversión privados disponibles hoy para la especulación financiera valen veinte veces más que el producto nacional bruto mundial.


El viento, que las nubes amablemente hacen visible, basta para sugerir que a esas ilusiones no les queda mucho tiempo.




Tomados colectivamente, los pobres son inabarcables. No sólo constituyen la mayoría del planeta, sino que además están en todas partes y, de alguna manera, el más pequeño de los acontecimientos remite a ellos. La actividad de los ricos, por consiguiente, consiste en construir muros; muros de hormigón, de vigilancia electrónica, barreras de misiles, campos minados, fronteras armadas, desinformación mediática y, por último, el muro del dinero que separa la especulación financiera de la producción. Sólo un tres por ciento de la especulación y del intercambio financiero está relacionado con la producción. Te quiero.


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Ya Nour:

              El sueño es la primer casa, una casa sin techo, ni paredes, ni cama. Éstos vendrán después, inspirados por el sueño. Esta noche te llevo, amor mío, a la primera casa. La deslizaré bajo la puerta monstruosa, y me encontrarás dentro.

Esta noche, tu A´ida.




la ilustración es de Serafín, para ver más de sus magníficos trabajos lo pueden visitar en el blog Historieta Patagónica:

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