Mostrando entradas con la etiqueta Tato Pavlovsky. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tato Pavlovsky. Mostrar todas las entradas

lunes, 5 de octubre de 2015

Poesía - Eduardo Tato Pavlovsky





Hay que inventar un lenguaje que no produzca belleza – sino hambre infinita, mortalidad infantil donde nuestros ojos se desorbiten como estos monstruos sin lactancia.

Palabras traídas por las olas donde podamos sentirnos raquíticos –Lenguajes nuevos – alegres en las desgracias – obsceno por subversivo –- porque la desgracia es resignación –tristeza– la acción es la esperanza. Eso, nuevo lenguaje de nuevas esperanzas. Todos juntos. Alguna vez aprendamos a hablar otra vez, olvidando el lenguaje anterior, impotente para intensidades. Barroco – Infiel. Quema de saberes viejos – tiene que sonar pornográfico, que el lenguaje vomite y excrete realidades, que las olas traigan nuevas palabras barrenadas y nos hagan sentir en el cuerpo sólo un poco de hambre – solo un poco de salud – solo un poco de todo. Las palabras sensaciones.

Convulsiones como respuestas. Eso –que las nuevas palabras del nuevo lenguaje nos hagan epilépticos por un rato.

Para confirmar que las palabras han llegado y nos maltratan, nos cadaverizan. Quién sabe hay muertes por reflujo. Es bueno. Pero estemos seguros que llegaron, que no son palabras muertas – Edificios con ladrillos de lenguaje que no sirven más para expresar nada. Palabras que significan – que quieren abarcar el mundo ya no abarcan nada – Palabras que describen conferencias y reunión que no que no que no que no.

Balbuceemos las otras, las que no significan – pero expresan los ojos reventados – los dolores infinitos... los aullidos. Aprender todo de nuevo... aprender a ignorar todo lo aprendido. Que explote toda la impostura. Toda –pero toda junta. Y de esos escombros el lenguaje nuevo.

La palabra interdicta, obscenidad de los goces infinitos y de los dolores que ya no caben en lenguajes viejos. Inventemos. Inventemos todo. Pero que sea loco loco loco. Enterremos el sentido común. Una gran tumba a la belleza – A los grandes gestos que nos vaciaron el sentido de algo.

Un gran entierro de todo aquello que llamamos humano, todavía que de las olas venga el resto – las palabras nuevas – los pedazos, lo que quedó afuera, las sílabas barrenadas que arrojamos al mar del desperdicio.

Sólo de allí –la gran resurrección obscena. De cunas escondidas. Que no signifique nada. Que exprese el hoy. El hoy de todos. Blu – blu – blu blu. Blus blus. Ya vienen, atención. Vienen las olas. Blus. Blus. Blue. No significan nada. Sólo blug blug blug. Nada nada nada. Belleza de los restos de las sobras. Poesía de los escombros. Intensidad del mar embravecido. Nada más que eso.

A la hoguera con los lenguajes viejos –ya no nos sirven– olor a trampa y a impudicia, no soñemos con el hombre nuevo – rescatemos de las sobras – de los restos – de los desperdicios – de los escombros y de las cunas palabras que hemos arropado y que las olas traen – y construyamos un lenguaje nuevo con fuerza de obscenidad – inventemos la potencia de las nuevas palabras – no cambiemos a los hombres – cambiemos su lenguaje – su retórica encallecida – que envejece, que hace vivir a medias con tristeza – Un nuevo lenguaje alegre – potente – para un nuevo hombre. Pero necesitamos arrasar con todo – arrasar – arrasar – arrasar.

Tato Pavlovsky



http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-101013-2008-03-20.html

viernes, 1 de agosto de 2014

no se puede jugar a medias - Tato Pavlovsky

ll





 


Aunque cueste habilitar esta posibilidad, es bueno recordar que lás lógicas de la escena no son necesariamente las del naturalismo de la vida cotidiana...  a veces, se convoca un imaginario narrativo que habilita inesperadamente una lógica divergente, alternativa... por ejemplo, un personaje toma droga, y el cuerpo del actor, justificado por la droga que "tomó" el personaje en la historia, adquiere un dinamismo "loco" que asocia y agencia todo lo que ocurre a su alrededor en la escena, transformándolo.
Lo importante es saber que, al actuar, ni siquiera necesitamos de esa excusa narrativa ("droga" o sus equivalentes) para permitirnos esa libertad creativa de nuestros impulsos. Un personaje no tiene un repertorio de formas predeterminadas, todo lo que emerja (maneras de moverse, de hablar, de reaccionar, de sentir, de pensar, de callar, de detenerse, de imaginar, ritmos), hasta lo más "inverosímil" y "alocado" puede ser posible en el contexto de cualquier escena, si me atrevo a probarlo y sostenerlo por unos breves minutos, los suficientes para que un mundo alternativo comience a instaurarse. Es así como en teatro vamos creando lenguaje.

En palabras del gran actor y teatrista Tato Pavlovsky:

Ideas sueltas:

no se puede jugar a medias
si se juega se juega a fondo.
para jugar bien hay que apasionarse
para apasionarse hay que salir del mundo de lo concreto
salir del mundo de lo concreto es introducirse en el mundo de la locura
del mundo de la locura hay que aprender a entrar y salir
sin introducirse en la locura no hay creatividad
sin creatividad uno se burocratiza -
se torna hombre concreto.
Repite palabras del otro

Eduardo Pavlovsky
Espacios y Creatividad (texto completo)

imagen: Robert Steven Connet