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martes, 14 de noviembre de 2023

tensiones entre el conflicto y el equilibrio - Ricardo Capellano

   Me gusta pensar que desde las tensiones entre el conflicto y el equilibrio emerge una sustancia que nutre el interior de la música.
   Y sé que esa sustancia transforma al lenguaje en discurso musical. Es su sentido, su pulsación, su respiración, su intimidad comunicativa, su singularidad. Su distinción.
   Ese emerger no es casual o mágico, es la consecuencia del diseño dramático del movimiento expresivo de las sonoridades en el espacio acústico y en la dinámica temporal de los momentos.
   Es decir que al ser imaginada y realizada, esa sustancia requiere ser comprendida en profundidad por el compositor. Porque es la esencia de la construcción de un presente escénico único e irrepetible. Por eso es estructural.
   Varios responsables o dueños de salas me han preguntado ¿Por qué camino tanto, ida y vuelta, por los pasillos de camarines o en pequeños patios o habitaciones, antes de comenzar un concierto?
   No es sólo impaciencia.
   Pienso en la música que voy a tocar y, fundamentalmente, en la sustancia que la va a mover.
   Luego, la escena y la función expresiva de transformar esa esencia en la interacción comunicativa.
   Crear un presente, único e irrepetible, para la música compuesta, implica improvisar sobre esa estructura, no necesariamente sobre el lenguaje.
   Modelar, una y otra vez, sustancia, es la virtud de lo escénico.
                                                                                                   RC (abril de 2019)

miércoles, 8 de abril de 2020

Los pájaros perdidos - Eugenia León (de Piazzolla y Mario Trejo)


Amo los pájaros perdidos
que vuelan ciegos sobre el mar
a confundirse con un cielo
que nunca más podré recuperar.

Vuelven de nuevo los recuerdos,
las horas jóvenes que di
y desde el mar llega un fantasma
hecho de cosas que amé y perdí.

Todo fue un sueño, un sueño que perdimos,
como perdimos los pájaros y el mar,
un sueño breve y antiguo como el tiempo
que los espejos no pueden reflejar.

Después busqué perderte en tantas otras
y aquella otra y todas eran vos;
después logré reconocer cuándo un adiós es un adiós,
la soledad me demoró y fuimos dos.

Vuelven los pájaros nocturnos
que vuelan ciegos sobre el mar,
la noche entera es un espejo
que me devuelve tu soledad.

Soy sólo un pájaro perdido
que vuelve desde el más allá
a confundirse con un cielo
que nunca más podré recuperar.