jueves, 19 de diciembre de 2019

Michael Haneke - discurso premio Príncipe de Asturias 2013


El cine, en cambio, es un medio de avasallamiento. (...) Ninguna otra forma artística es capaz de convertir tan fácil y directamente al receptor en la víctima manipulada de su creador. Este poder requiere responsabilidad. ¿Quién asume esta responsabilidad? ¿Surge la fundada desconfianza de aceptar el cine como forma artística de esta responsabilidad tan frecuentemente no asumida? ¿La manipulación no es lo contrario de la comunicación? ¿Y no es la comunicabilidad y el respeto ante el TÚ del receptor una condición básica para poder hablar de arte en general?
Lejos de mí está intentar definir los requisitos para el Arte, ni siquiera quiero limitar sus fronteras. Pero pienso que, además de la correspondencia entre forma y contenido, indispensable para cualquier tipo de arte, la capacidad de diálogo es y tiene que ser una característica igualmente indispensable de la producción artística; esto es el respeto por la autonomía del otro. Los artistas que no toman a su socio- es decir el receptor de su obra- en serio, de la misma forma en que ellos mismos quieren ser tomados, no tienen un interés real en el diálogo.
Demasiadas veces el cine ha traicionado esa regla básica interhumana, que precisamente es también una regla básica de la producción artística. La manipulación sirve para muchos fines, no solo políticos. También atontando a la gente uno se puede hacer rico.


discurso completo:
Es hermoso y difícil ser premiado. El porqué es hermoso no necesito explicarlo: a todos nos encanta una muestra de reconocimiento. Es difícil, y se hace más difícil con el peso del reconocimiento, porque el premiado se pregunta ¿por qué yo y no uno de los muchos otros que han hecho lo mismo e incluso más en el mismo campo? Y la búsqueda de la razón queda forzosamente sin resultado, porque las decisiones de los jurados y los golpes similares de fortuna o infortunio tienen raíces indescifrables.
Si se me permite recibir este premio tan respetable y cargado de prestigio en España, me pregunto: ¿qué has hecho tú por España, o tal vez por Asturias, para que sean tan amables contigo?
Salvo que se me concedió, gracias a la invitación de Gerard Mortier, poner en escena Cosi fan tutte de Mozart en el Teatro Real de Madrid, nada de nada.
Nunca había estado aquí antes, más bien había sido obsequiado por este país desde lejos, a través de su literatura, sus películas, su música, sus pintores.
Cuando –estando por primera vez en Madrid con motivo de la puesta en escena de la ópera– entré en el Prado en la sala con las Pinturas negras de Goya, esto supuso una conmoción que, probablemente, nunca olvidaré. Empecé realmente a temblar y tenía dificultad para mantenerme en pie. Rápidamente salí de la sala porque no lo aguantaba. Pero tenía que volver. Cada vez que mi trabajo en el Teatro Real me lo permitía, regresaba para exponerme a las sensaciones que esta obra provoca en mí.
Creo que esta experiencia con el arte, que me ha conmovido con una vehemencia para mí casi desconocida, puede ser una hermosa ocasión para hablar de aquello por lo que hoy estoy aquí como premiado en la categoría de las Artes: las posibilidades de influencia existentes o inexistentes de la creación artística o cinematográfica contemporánea.
Y eso que ni siquiera se puede dar por seguro que mi propio campo de trabajo, el cine, se pueda considerar arte. Desde su invención a principios del siglo pasado, el carácter de feria de la mayor parte de su producción ha hecho todo para impedirlo. Debido a su particularidad de ser la más cara de todas las producciones artísticas y, a la vez, la más efímera y dependiente del mercado, el cine se encuentra en una situación de tensión especial. El primer cometido de cualquier película es encontrar un público lo más amplio posible para así cubrir al menos sus costes de producción y asegurar la posibilidad de seguir trabajando de forma continuada. Los errores, al igual que en otros sectores económicos, no son tolerables: el que los cometa repetidas veces, difícilmente tendrá la oportunidad de seguir trabajando. A ello se añade como agravante la competencia de los medios de comunicación de masas que con su trivialización de los criterios estéticos y de contenido, forzada por la dependencia del índice de audiencia, no representan precisamente una escuela audiovisual compleja para el público potencial del cine.
En Europa, la dependencia del mercado está solo aparentemente amortiguada por las subvenciones. En efecto, en nuestro continente es más fácil para el director de cine cometer errores sin que esto signifique inmediatamente la paralización de su trabajo en el futuro. Pero en comparación con la abierta dictadura del mercado estadounidense, en la que el éxito de una película se mide exclusivamente en dinero contante, la influencia sobre la producción cinematográfica de las cadenas de televisión, que en Europa participan decisivamente en la financiación, es un mal solo insignificantemente menor.
El cine cuenta con un atributo propio: es mucho más joven que todas las demás formas artísticas, así que espero que tenga sus mejores tiempos aún por delante. Pero a pesar de esta juventud se ha hecho culpable como casi ninguna otra forma de expresión artística. Ni la literatura, ni el teatro han conseguido alejarse tanto de su propia vocación. Las artes plásticas han llegado como mucho a los carteles de propaganda y la música a las marchas militares; el cine, con su peligrosa eficiencia en temas propagandísticos, ha puesto en peligro el destino de miles de personas. Me parece demasiado fácil negarles sin más a estas películas su carácter artístico, señalándolas como meros desvaríos. No se puede negar a cineastas como Riefenstahl o Eisenstein su alta capacidad estética.
He hablado antes de mis sensaciones ante las Pinturas negras de Goya. Hasta ese momento nunca había estado confrontado con el efecto tan directamente físico de un cuadro y creo que también para la mayoría de las personas la manera de recibir el arte acontece generalmente de una forma más contemplativa.
El cine, en cambio, es un medio de avasallamiento. Ha heredado las estrategias efectistas de todas las formas artísticas que existían antes que él y las usa eficazmente. Todos conocemos el efecto de los cuadros de tamaño sobrenatural y los tonos sobre nuestra pulsación y nuestro bienestar general. En eso radica la fuerza del cine y su peligro. Ninguna forma artística es capaz de convertir tan fácil y directamente al receptor en la víctima manipulada de su creador como el cine. Este poder requiere responsabilidad. ¿Quién asume esta responsabilidad? ¿Surge la fundada desconfianza de aceptar el cine como forma artística de esta responsabilidad tan frecuentemente no asumida? ¿La manipulación no es lo contrario de la comunicación? ¿Y no es la comunicabilidad y el respeto ante el tú del receptor una condición básica para poder hablar de arte en general?
Quiero huir de definir los requisitos para el arte o incluso de querer limitar sus fronteras. Pero pienso que, además de la correspondencia entre contenido y forma, indispensable para cualquier arte, la capacidad de diálogo es y tiene que ser una característica igualmente indispensable de la producción artística, el respeto ante la autonomía del otro. Un autor que no toma en serio a su socio, el receptor, de la misma forma en que él mismo quiere ser tomado, no tiene un interés real en el diálogo.
Demasiadas veces el cine ha traicionado esa regla básica interhumana, que precisamente es también una regla básica de la producción artística. La manipulación sirve para muchos fines, no solo políticos. También atontando a la gente uno se puede hacer rico.
Pero si, como en esta ocasión, se quiere honrar al cine en la categoría de las Artes a través de este Premio tan reconocido y, por lo tanto, ennoblecer una forma artística, pienso que es oportuno recordar estas condiciones.
También en nombre de mis colegas, les doy las gracias de todo corazón.


Michael Haneke

miércoles, 11 de diciembre de 2019

el vacío - Lao Tsé (Tao Te King)


XI
Treinta radios de rueda rodean al eje,
del vacío depende el movimiento del carro.
Se recoge barro y se moldea,
del vacío depende la utilidad de la vasija.
Se instalan puertas y ventanas, para la habitación,
y es el vacío lo que permite habitarla.
Por ello lo que es sirve de posesión,
lo que no es sirve de obra.


 Lao Tse, Tao Te King

imagen: Dolores Marat


Treinta rayos convergen hacia el centro de una rueda, pero el vacío en el medio hace marchar
el carro.
Con arcilla se moldea un recipiente,
pero se lo utiliza por su vacío.
Se hacen puertas y ventanas en la casa
y es el vacío el que permite habitarla.

Por eso, del ser provienen las cosas
y del no-ser su utilidad.


Imágenes simbólicas de lo manifestado (del cual provienen las cosas concretas) y de lo no- manifestado (vacío) por el cual se utilizan.
Es todavía el Yin (vacío) que se complementa con el Yang (lleno).
Tao Te King
Capítulo XI

jueves, 5 de diciembre de 2019

categoría metafísica - José Bianco (Sombras suele vestir)



Su madre se adaptaba a todas las circunstancias con una jovial sabiduría infantil. Nada la tomaba de sorpresa y, por eso, cada nueva desgracia encontraba el terreno preparado. Imposible decir en qué momento había sobrevenido, a tal punto se hacía instantáneamente familiar, y lo que fue una alteración, un vicio, pasaba de manera insensible a convertirse en ley, en norma, en propiedad connatural de la vida misma. Como un político y un guerrero famosos, conversando en la embajada de Inglaterra, eran para Delacroix dos pedazos rutilantes de la naturaleza visible, un hombre azul al lado de un hombre rojo, las cosas, contempladas por su madre, parecían despojarse de todo significado moral o convencional, perdían su veneno, se sustituían las unas por las otras y alcanzaban una especie de categoría metafísica, de pureza trascendente que las nivelaba.

en José Bianco, Sombras suele vestir

domingo, 10 de noviembre de 2019

Mulher do Fim do Mundo - Elza Soares


Elza Soares

A minha farra minha opinião
A minha casa minha solidão
Joguei do alto do terceiro andar
Quebrei a cara e me livrei do resto dessa vida
Na avenida dura até o fim
Mulher do fim do mundo
Eu sou e vou até o fim cantar

sábado, 26 de octubre de 2019

Se abre el portón - Hugo Fattoruso



Ronda tu ronda
Suena el tambor
Mano en la lonja
Vive el tambor
Tiempo perdido
Quien no bailo
Sueño perdido
Quien no toco

Fuego y fogata
Templa el tambor
La serenata
Ya despertó
Cuerpo bailando
Sin domino
Va saludando
Cuerda y tambor.

En su sonrisa
Lindo eso
Riso que hechiza
Esta canción
Llega el candombe
Abre el portón
Son los morenos
Negro color

Ronda de niños
Fuego y amor
Fiesta mestiza
La bendición
Ya no hay caricias
En mi torpor
Chico y repique
Toda

Lindo la cuerda
Río de amor
Chico y repique
Te hablo de amor
Llega el candombe
Abre el portón
Son los morenos
Negro color

sábado, 19 de octubre de 2019

La seridad de estar con otros - Nora Moseinco




La seridad de estar con otros
Hace poco vino Luis Rubio para la película “El amor menos pensado”, en la que trabajan Mercedes Morán y Ricardo Darín. Y trabajamos con un texto hermoso de la película, pero con consignas que lo ponían a él en una zona terriblemente viva y que no tenían nada que ver con el texto. Me entusiasma todo lo que le ocurre al actor independientemente de la palabra escrita, soy curiosa y juguetona con eso. Yo trabajo con mi propio disfrute y no con mi propia idea de calidad.
Es muy paradojal que, cuando uno se entrega a un sistema hay mucho florecimiento técnico. Es invisible, pero en algún punto es como la relación padre-hijo; si vos querés a tu mamá, aunque sea imperfecta, van a pasar cosas. Por eso creo que es mucho mejor entregarse.
En las clases los chicos celebran lo que pasa... La semana pasada, en una clase de adolescentes, les pedí que traigan trabajos hechos. Un chico se puso a tocar una canción con la guitarra y había cuatro chicos llorando... recién empezaba la canción. ¿Entendés la apertura emocional que ya tienen? Es su compañero y no tienen ningún problema en sentirlo todo por el otro. No piensan que es su compañero, que está tocando la guitarra y a ver cómo le va. En cambio el adulto piensa: “a ver qué texto trajiste”, “¿qué vas a hacer?”, mediatiza la emoción y le pone juicio. Yo creo que la entrega es altamente profunda y comprometida, y que no es naif... Es la seriedad de estar en contacto con el otro y no con los juicios propios.  

Nora Moseinco

imagen: Lars Elling

Nora Moseinco - Pedagogía y Actuación




sábado, 5 de octubre de 2019

Oreja de Dionisio


La Oreja de Dionisio (italiano: Orecchio di Dionisio) es una latomía o cueva artificial, realizada en piedra caliza y excavada en la colina de las Temenitas dentro del Parque Arqueológico de Neapolis, en la ciudad de Siracusa, en la isla de Sicilia, en Italia. Su nombre viene de su similitud con una oreja humana.
La Oreja de Dionisio era probablemente la mayor formación de caliza de la vieja cantera. Tiene 23 m de alto y se extiende 65 metros dentro del acantilado. Horizontalmente, su forma es aproximadamente curva. Verticalmente, se estrecha en lo alto como una lágrima. Debido a su forma de oreja tiene una sensacional acústica, haciendo que incluso un pequeño sonido resuene en la cueva.

miércoles, 28 de agosto de 2019

Johnny Cash - Sam Hall


Well, my name it is Sam Hall, Sam Hall.
Yes, my name it is Sam Hall, it is Sam Hall.
My name it is Sam Hall an' I hate you, one and all.
An' I hate you, one and all
Damn your eyes.

I killed a man, they said, so they said.
I killed a man, they said, so they said.
I killed a man, they said an' I smashed in his head.
An' I left him laying dead,
Damn his eyes.

But a-swinging, I must go, I must go.
A-swinging, I must go, I must go.
A-swinging, I must go while you critters down below,
Yell up, "Sam, I told you so."
Well, damn your eyes!

I saw Molly in the crowd, in the crowd.
I saw Molly in the crowd, in the crowd.
I saw Molly in the crowd an' I hollered, right out loud
"Hey there Molly, ain't you proud?
"Damn your eyes."

Then the Sheriff, he came to, he came to.
Ah, yeah, the Sheriff, he came to, he came to.
The Sheriff, he come to an he said, "Sam, how are you?"
An I said, "Well, Sheriff, how are you?"
"Damn your eyes."

My name is Samuel, Samuel.
My name is Samuel, Samuel.
My name is Samuel, an' I'll see you all in hell.
An' I'll see you all in hell,
Damn your eyes


Bándalos Chinos - Demasiado


sábado, 24 de agosto de 2019

si sostienes, no si te sostienes, puedes creer que te sostienes - Antonio Porchia



Si sostienes, no si te sostienes, puedes creer que te sostienes.

Antonio Porchia - Voces

(una voz que nos permite seguir pensando la actuación como aquello que pasa afuera, -entre- los cuerpos y el espacio, en la escucha, y no en lo que intento adentro)

imagen: Caroline Nasica

martes, 30 de julio de 2019

My name is Death - The Incredible String Band


Soy la pregunta que no puede ser respondida
soy el amante que no puede perderse
Pequeño es el premio de mi sirviente el soldado
El tiempo es mi vástago, dí, ¿cuál es mi nombre?

Mi nombre es Muerte, ¿no puedes verlo?
Toda vida vuelve a mí
Oh, ¿no puedes verlo?
Y tú debes volver a mí
Debes volver a mí

Te daré oro y raras joyas
toda mi fortuna acumulada
y los placeres más bellos
si me dejas vivir sólo unos cortos años más

Oh señorita, haga a un lado sus joyas
No se vanaglorie más su orgullo
Demorarse aquí no es posible
Su tiempo ha llegado en que debe partir
Y debe volver... a la arcilla

I am the question that cannot be answered
I am the lover that cannot be lost
Yet small are the gifts of my servant the soldier
For time is my offspring, pray what is my name?
My name is death, cannot you see?
All life must turn to me
Oh, cannot you see?
And you must come with me
You must come with me
I'll give you gold and jewels rare
And all my wealth in store
All pleasure's fair
If I may live but a few short years more
Oh lady, lay your jewels aside
No more to glory in your pride
Tarrying here there is no way
Your time has come that you must away
And you must come to clay

lunes, 8 de julio de 2019

sábado, 29 de junio de 2019

la pregunta madura - Juan Baio


para cuando los espasmos
comenzaron a espaciarse
dieron las diez de luz
en tu deseo

la pregunta madura
desandaba
su insidiosa fragancia

y todo lo que no era ausencia iba muriendo

---
Juan Baio



imagen: Gregory Crewdson
imagen: Marcia Schvartz

DIX by Bif


By Bif
Music by Raphaël "Azël" Martinez-Bachel
 France & UK / 2008 / 7′ / french dialogues
Production : Autour de Minuit / The Mill In coproduction with Arcadi


martes, 25 de junio de 2019

todos los lugares fueron reinos - Rafael Cadenas


Emergimos de una narración para habitar. Antes de ser nosotros, fuimos personajes. Pendíamos de una épica incorpórea. Pensábamos en una edad en que el cielo pasaría por el hueco de una aguja. El pálido pensamiento nos tenía suspendidos sobre la tierra.
Después
todos los lugares fueron reinos.

Rafael Cadenas

imagen: Dolores Marat

sábado, 15 de junio de 2019

es tupida tu estúpida barba bárbara - Juan Baio




es tupida tu estúpida barba bárbara
dios del averno, dame santuario
el gordo de coca-cola me quiere adornar
con sus bolas coloradas,  brillantes
y pegajosas
yo sólo quiero renguear hasta el exilio
y apoyar la mejilla en la arena caliente

Juan Baio



lunes, 20 de mayo de 2019

convertir en cuerda floja todo cuanto pise



arte actoral:

Ahora salga, siga con sus pasos la lección que le va a dictar su mirada. Tiene que convertir en cuerda floja todo cuanto pise.
 

(José Lezama Lima - Cangrejos, golondrinas)

imágenes: Dolores Marat

 

jueves, 16 de mayo de 2019

El castigador - Rita Indiana



Clavo con clavo, soga con sal
to lo’ corruptos van a temblar
cuando me suba el Castigador
flor de justicia del trovador

Aquí planto bandera contra los que se clavan
a este pueblo jodío lo quieren ver con ganas
se regodean en lujos que paga el miserable
mientra en el “Capotillo” el hambre tiene hambre
el que le quita al pobre es el peor cobarde
ponle una cruz a la puerta, la calle ta que arde.
Son 500 años devorando esqueléticos,
Comida pal perro, mientras estos cochinos,
andan en lo yate cual Ramfi Trujillo,
al viejo a la haitiana, le suben lo vidrio

Clavo con clavo, soga con sal
to lo’ corruptos van a temblar
cuando me suba el Castigador
flor de justicia del trovador

Por cada peso que se han tumbao
santa tristeza la casa la llene
la tristeza del que le faltan lo chele pa educar sus hijos, eso duele,
la teta del pueblo la tienen gastá,
chupando filete con lo que es de la gente,
machete gillete con tu leye atrasá
machete gillete

Espíritu guerrero, tu pueblo te invoca
Endereza el camino, ten hacha, ten tropa
Ten mano, ten boca
Llévate la semilla mala de aquí

Clavo con clavo, soga con sal
to lo’ corruptos van a temblar
cuando me suba el Castigador
flor de justicia del trovador




miércoles, 15 de mayo de 2019

celebra tu vida - Derek Walcott






Llegará el tiempo
en que, con alegría,
te saludarás a ti mismo al llegar
a tu propia puerta, y en tu propio espejo
cada cual sonreirá ante la bienvenida del otro,

y dirá, siéntate aquí. Come.
Amarás otra vez al extraño que fuiste.
Dale vino. Dale pan. Devuelve tu corazón
a sí mismo, al extraño que te amó

durante toda tu vida, a quien ignoraste
por otro, a quien te conoce de memoria.
Quita las cartas de amor de los estantes,

las fotos, las notas desesperadas,
Arranca tu propia imagen del espejo.
Siéntate. Celebra tu vida.

Versión: Isaías Garde





Derek Walcott - Love After Love


The time will come 
when, with elation 
you will greet yourself arriving 
at your own door, in your own mirror 
and each will smile at the other's welcome, 

and say, sit here. Eat. 
You will love again the stranger who was your self.
Give wine. Give bread. Give back your heart 
to itself, to the stranger who has loved you 

all your life, whom you ignored 
for another, who knows you by heart. 
Take down the love letters from the bookshelf, 

the photographs, the desperate notes, 
peel your own image from the mirror. 

Sit. Feast on your life. 

imágenes: Oswaldo Guayamasin y Roger Mantegani

Border

el domingo fuimos a ver Border al BAMA Cine, a media cuadra del Obelisco, a las 22.30
la película, aquí el trailer, entrega lo que promete: una maravilla. y unas actuaciones corajudas, poderosas, tremendas.
la experiencia fantasmágorica de ingresar a ese cine un domingo a la noche, por una peatonal fría y casi desierta, punteada de obras públicas improbables e incomprensibles a medio hacer; descubrir en el piso de abajo, en el hall de acceso a las salas, una barra abandonada sacada de una discoteca de los ochenta, donde en cualquier momento puede aparecer el barman de El Resplandor, caminar por los silenciosos pasillos vacíos saturados hasta la exasperación de neón rojo y carteles promocionales de películas de hace diez años, ver un extraño de pelo largo emerger de una sala indicándole al cortaboletos que la proyección se detuvo y que él, el único cortaboletos, ¿o el único encargado de todo el cine? salga en dirección misteriosa a dar solución, ver la película con cuatro personas más de las cuales una era El Reptil Anarquista, poeta que dirigía con sus manos la melodía emocional que el film le producía y con el cual quedamos conversando a la salida, nos mostraba su libro de poemas japoneses y dibujos, mientras su amigo el cortaboletos cerraba el cine y nos íbamos todos caminando por la nueve de julio hacia corrientes, hablando del fin de los tiempos, del parakultural, y del próximo recital de poesía en el bar En terapia frente a Psico de la UBA el próximo viernes....
todo esas cosas que NUNCA PASARÁN CON NETFLIX EN LA CAMA

martes, 7 de mayo de 2019

Poesía y respiración - Octavio Paz

Étiemble sostiene que el placer poético acaso sea de origen fisiológico. Y más exactamente: muscular y respiratorio. Para justificar su afirmación subraya que la medida del alejandrino francés —el tiempo que tardamos en pronunciarlo— coincide con el ritmo de la respiración. Otro tanto ocurre con el endecasílabo español y con el italiano. No explica Étiemble, sin embargo, cómo y por qué también nos producen placer versos de medidas más cortas o más largas. Durante muchos siglos el octosílabo fue el verso nacional español, y todavía después de la reforma de Garcilaso, las ocho sílabas del romance siguen siendo recurso constante de poetas de nuestra lengua. ¿Puede negarse el placer con que escuchamos y decimos nuestro viejo octosílabo?; ¿y los largos versos de Whitman?; ¿y el verso blanco de los isabelinos? La medida parece más bien depender del ritmo del lenguaje común —esto es, de la música de la conversación, según ha mostrado Eliot en un ensayo muy conocido— que de la fisiología. La medida del verso se encuentra ya en germen en la de la frase. El ritmo verbal es histórico y la velocidad, lentitud o tonalidades que adquiere el idioma en este o aquel momento, en esta o aquella boca, tienden a cristalizar luego en el ritmo poético. El «ritmo de la época» es algo más que una expresión figurada y podría hacerse una suerte de historia de cada nación —y de cada hombre— a partir de su ritmo vital. Ese ritmo —el tiempo de la acción, del pensamiento y de la vida social— es también y sobre todo ritmo verbal.
La velocidad vertiginosa y alada de Lope de Vega se convierte en Calderón en majestuoso, enfático paseo por el idioma; la poesía de Huidobro es una serie de disparos verbales, según conviene a su temperamento y al de la generación de la primera posguerra, que acababa de descubrir la velocidad mecánica; el ritmo del verso de César Vallejo procede del lenguaje peruano... El placer poético es placer verbal y está fundado en el idioma de una época, una generación y una comunidad.
No niego que existe una relación indudable entre la respiración y el verso: todo hecho espiritual es también físico, Pero esa relación no es la única ni la determinante, pues de serlo realmente sólo habría versos de una misma medida en todos los idiomas. Todos sabemos que mientras los japoneses no practican sino los metros cortos —cinco y siete sílabas—, árabes y hebreos prefieren los largos. Recitar versos es un ejercicio respiratorio, pero es un ejercicio que no termina en sí mismo. Respirar bien, plena, profundamente, no es sólo una práctica de higiene ni un deporte, sino una manera de unirnos al mundo y participar en el ritmo universal. Recitar versos es como danzar con el movimiento general de nuestro cuerpo y de la naturaleza. El principio de analogía o correspondencia desempeña aquí una función decisiva. Recitar fue —y sigue siendo— un rito.
Aspiramos y respiramos el mundo, con el mundo, en un acto que es ejercicio respiratorio, ritmo, imagen y sentido en unidad inseparable. Respirar es un acto poético porque es un acto de comunión. En ella, y no en la fisiología, reside lo que Étiemble llama «el placer poético».
El mismo crítico señala que para André Spire —teórico del verso libre francés— el placer poético se reduce a una suerte de gimnasia, en la que intervienen los labios, la lengua y otros músculos de la boca y la garganta.
Según esta ingeniosa doctrina, cada idioma exige para ser hablado una serie de movimientos musculares. Los versos nos producen placer porque provocan y suscitan movimientos agradables de los músculos. Esto explica que ciertos versos «suenan bien» mientras que otros, con el mismo número de sílabas, no «suenan»; para que el verso sea hermoso las palabras deben estar colocadas en la frase de tal manera que sea fácil el esfuerzo que requiere su pronunciación. Como en el caso del corredor de obstáculos, el recitador salta de palabra en palabra y el placer que se extrae de esta carrera, hecha de vueltas y saltos en un laberinto que irrita y adula los sentidos, no es de género distinto al del luchador o al del nadador. Todo lo dicho antes sobre la poesía como respiración es aplicable a estas ideas: el ritmo no es sonido aislado, ni mera significación, ni placer muscular sino todo junto, en unidad indisoluble.


Octavio Paz, en El arco y la lira



imágenes: Olivia Bee, Eugenia Loli, Fernanda Laguna

fuente: Biblioteca Ignoria

viernes, 26 de abril de 2019

La Guaracha Cubana


La guaracha es un género musical y un baile originarios de Cuba. Se trata de un tipo de canción graciosa que apareció a fines del siglo XVIII, muy popular y que describía tipos y costumbres.

viernes, 19 de abril de 2019

El surco - Chabuca Granda


Dentro de un surco abierto vi germinar
Un lucero de infinita soledad
Y con una canasta le vi regar
Con agua de un arroyo de oscuridad

Ay malaya la siembra se echó a perder
Y el agua del arroyo se echó a correr
Al lucero le gusta la claridad
Y al agua del arroyo la libertad

No dio fruto el lucero, se fue a alumbrar
Y el agua del arroyo le fue a cuidar

En una hora triste quise cantar
Y dentro de mi canto quise llorar
Y dentro de mi llanto quise gritar
Pero tan sólo canto para callar

Ay malaya la hora en que fui a cantar
Ay malaya la hora en que fui a llorar
Si llorando se grita para callar
Y callando se ahoga la libertad

No me llegó la hora de clarinar
Ay malaya la hora en que fui a cantar

Y el lucero al recuerdo se echó a volar
Y la luz de su incendio se dejó atrás
Y en el surco el silencio empieza a gritar
Y su vaso sediento no llega al mar

Así se fue el lucero a su soledad
Así se fue el lucero a su claridad
Ay malaya la hora en que fui a cantar
Ay malaya la hora en que fui a gritar
Ay malaya la hora en que fui a llorar

No me llegó la hora de clarinar
Ay malaya en que fui a cantar

No me llegó la hora de clarinar
De clarinar
De clarinar



El surco - Chabuca Granda

jueves, 18 de abril de 2019

La vis - Didier Flamand



este maravillosamente cómico cortometraje hallado por casualidad, en el que se habla un lenguaje inexistente donde ciertas palabras se reconocen por sus raíces latinas. donde la materialidad del sonido de la voz (y de todo el plano sonoro) le da carne al mundo que la imagen narra.
¿qué importa lo que se dice, si no se escucha cómo se dice?
hermosas actuaciones en delirante registro


"¿Por qué incomprensible descuido, en el sistema de un cine que sin embargo se ha bautizado como hablado, se “olvida” la voz? Porque se le confunde con la palabra. Y del acto de la palabra no se suelen retener más que los significados que éste transmite, olvidándose esta “modalidad”: la voz. Y sin embargo, la voz está ahí para que la olvidemos en su materialidad, y ese es el precio que paga por desempeñar su principal oficio (p. 14)
Cuando el cine alcanzó la palabra, lo problemático no fue el texto (el cine mudo ya lo había integrado mediante el procedimiento increíblemente espurio, todo hay que decirlo, de los intertítulos) sino la voz en cuanto presencia, expresión o mutismo; la voz en cuanto ser, doble, sombra de la imagen; en cuanto poder; la voz en cuanto amenaza de perdición para el cine (p. 25)"
Michel Chion - La voz en el cine 


sábado, 30 de marzo de 2019

Joey Alexander: NPR Music Tiny Desk Concert



Discado Internacional - por MuniMuni's


este tema de MuniMuni's me resultó particularmente interesante, para pensar desde lo musical una cuestión a la que es difícil acceder con palabras o ideas previas.

Es la noción de que la composición intencional de una discontinuidad expresiva, como efecto barroco de gran interés, puede estar jugando a favor de una continuidad del movimiento latente de fondo (en el caso del intérprete, una continuidad de sus impulsos), de modo que el espectador-oyente pueda apreciar
-en simultáneo-
los fantásticos saltos, cortes, retrocesos, giros inesperados, bruscos cambios de dinámica
al tiempo que percibe el desarrollo continuo de una tensión interna, de una onda contenedora, que establece una dirección de acumulación y crea un sentido del todo.

de modo que la discontinuidad expresiva ya no es,
SOLAMENTE
un bello efecto, un show de habilidad en sí mismo y para sí mismo
sino que está al servicio de algo que aumenta sus dimensiones y nos convoca más activamente (a intérpretes y oyentes), nos saca de la mera fascinación y nos pone en movimiento-con-ello (con-mover).

lo mismo
con la actuación



martes, 26 de marzo de 2019

no está maduro el indecible fruto de mi vida - Julia Prilutzky Farny



Todavía no soy: no está maduro
el indecible fruto de mi vida.
Una sorda congoja embravecida
se estrella en mi interior, como en un muro.

Yo sé que permanece intacto, puro,
-breñal de claridad estremecida-
el terrón donde alienta, contenida,
la simiente que guarda lo inseguro.

Y un día ha de venir: ardidamente
llegará, jugará con el bisoño
brote tardo y plural de adolescente

una cálida brisa… Y el retoño
se abrirá como una flor que, triunfalmente,
descubre sus matices en otoño.


Julia Prilutzky Farny

imagen: Fina Miralles Nobell - Dona-Arbre

lunes, 25 de marzo de 2019

jueves, 21 de marzo de 2019

so what?


"Recuerdo que estábamos tocando 'So what?' Tony Williams a la batería, Ron Carter al bajo y Wayne Shorter al saxofón. Era una noche muy cálida, la música estaba muy ligada, poderosa, innovadora, estábamos pasándola muy bien y la música estaba en todo lo suyo.
Justo en medio del solo de Miles, cuando estaba tocando uno de sus increíbles solos, toqué el acorde equivocado. Un acorde que sonó como un increíble fallo. Y Miles se detuvo por un segundo... y entonces tocó unas notas que hicieron que mi acorde fuera correcto.
Fue algo que me dejó maravillado. No podía creer lo que había escuchado. Miles era capaz de convertir algo que estaba mal, en algo bueno. Con su poder para escoger las notas y el feeling que tenía. Miles no lo oyó como un error. Lo oyó como algo que pasó. Y así eso era parte de la realidad que estaba pasando en ese momento. Y él lo asumió. Como no lo escuchó como un error, sintió que era su responsabilidad hallar algo que encajara bien.
Eso me enseñó una lección muy grande no sólo sobre música sino sobre la vida. Podemos mirar el mundo desde la visión del individuo, como nos gustaría que fuera, hacerlo fácil -para mí-, esa idea. Podemos buscar eso. Pero creo que lo importante es crecer. Y la única manera en que podemos crecer es tener una mente lo suficientemente abierta para aceptar las situaciones, para experimentar las situaciones como son, y convertirlas en medicina.
Convertir el veneno en medicina. Tomar cualquier situación que tengas y hacer algo constructivo con eso.
Eso es lo que aprendí de esa situación con Miles."

Herbie Hanckock sobre Miles Davis

y en esta anécdota musical, una clave actoral: mientras actúo, lo que pasa, lo que a cada momento está pasando, es lo que hay, independientemente de que piense que es incorrecto, errado, o que debería ser más lindo, o más intenso, o mas gracioso o dramático, o que mis compañeros de escena no lo están haciendo bien o no me están escuchando. Es lo que hay, y por ello es aquello con-lo-cual me conviene sonar, si no quiero verme divido en mi estar en escena por un problema que no puedo hacer desaparecer por mucho que lo ignore.
Pero que puedo HACER PARTE de la situación que juego, si lo asumo.
el "error" es siempre futuro o pasado. en presente sólo hay situación.


viernes, 1 de marzo de 2019

el espacio sensible al corazón - Maurice Merleau-Ponty


En este esfuerzo por recuperar el mundo tal y como lo captamos en la experiencia vivida, todas las precauciones del arte clásico vuelan en pedazos. La enseñanza clásica de la pintura está basa­da en la perspectiva, es decir, que el pintor, en presencia por ejemplo de un paisaje, decide no poner sobre su tela más que una representación totalmente convencional de lo que ve. Ve el árbol a su lado, luego fija su mirada más lejos, sobre la ruta; luego, finalmente, la dirige al horizonte, y, según el punto que fije, las dimensiones aparen­tes de los otros objetos son continuamente modi­ficadas. En su tela, se las arreglará para no hacer figurar más que un acuerdo entre esas diversas vi­siones, se esforzará por encontrar un común denominador a todas esas percepciones atribuyen­do a cada objeto no el tamaño y los colores y el aspecto que presenta cuando el pintor lo mira si­no un tamaño y un aspecto convencional, los que se ofrecerían a una mirada dirigida sobre la línea del horizonte en cierto punto de fuga hacia el cual se orientan en adelante todas las líneas del paisaje que corren del pintor hacia el horizonte. En consecuencia, los paisajes así pintados tienen el aspecto apacible, decente, respetuoso que les viene del hecho de que están dominados por una mirada fijada en el infinito. Están a distancia, el espectador no está comprometido con ellos, es­tán en buena compañía, y la mirada se desliza con facilidad sobre un paisaje sin asperezas que nada opone a su facilidad soberana. Pero no es así como el mundo se presenta a nosotros en el contacto con él que nos da la percepción. A cada mo­mento, mientras nuestra mirada viaja a través del panorama, estamos sometidos a cierto punto de vista, y esas instantáneas sucesivas, para una parte determinada del paisaje, no son superponibles. El pintor sólo logró dominar esa serie de visiones y extraer un solo paisaje eterno a condición de interrumpir el modo natural de visión: a menudo cierra un ojo, mide con su lápiz el tamaño apa­rente de un detalle, el que modifica con ese procedimiento, y, sometiéndolos a todos a esa visión analítica, construye así sobre su tela una repre­sentación del paisaje que no corresponde a nin­guna de las visiones libres, domina su desarrollo agitado, pero al mismo tiempo suprime su vibra­ción y su vida. Si muchos pintores, desde Cézan­ne, se negaron a someterse a la ley de la perspec­tiva geométrica, es porque querían volver a adueñarse de él y ofrecer el propio nacimiento del paisaje bajo nuestra mirada, porque no se con­tentaban con un informe analítico y querían al­canzar el propio estilo de la experiencia perceptiva. Las diferentes partes de su cuadro, pues, son vistas desde diferentes puntos de vista, que dan al espectador desatento la impresión de "errores de perspectiva"; pero a quienes miran atentamente dan la sensación de un mundo donde dos objetos jamás son vistos simultáneamente, donde, entre las partes del espacio, siempre se interpone la du­ración necesaria para llevar nuestra mirada de una a otra, donde el ser, por consiguiente, no está dado, sino que aparece o se transparenta a través del tiempo.
Por lo tanto, el espacio no es ya ese medio de las cosas simultáneas que podría dominar un observador absoluto igualmente cercano a todas ellas, sin punto de vista, sin cuerpo, sin situación espacial, en suma, pura inteligencia. El espacio de la pintura moderna, decía hace poco Jean Paulhan, es el "espacio sensible al corazón", donde también nosotros estamos situados, cerca­no a nosotros, orgánicamente ligado a nosotros.

Maurice Merleau-Ponty,
El mundo de la percepción. Siete conferencias




imágenes: Lars Elling

alcanzar el propio estilo de la experiencia perceptiva: ARS ACTORAL

viernes, 22 de febrero de 2019

abrió los ventanos - Marosa Di Giorgio

 
Venía una tormenta de las que no se ven nunca, toda plateada, con dientes rabiosos, hablaba.
Celiar abrió los ventanos y los volvió a entornar.
Vio a Diamanta sentada en el patio, mientras le caían a las manos unos guijarros que bajaban de la borrasca, blancos, brillantes, como de hielo y con ese olor a las azucenas; ella hizo una especie de ramo.
-Diamanta, ven; para acá.
Ella quedó quieta con el vestido listado que le cubría los pies y las manos.
El recordó el casamiento, y antes, cuando la miraba ir a la escuela, y se le acercó un día diciéndole:
–Tus ojos me gustan tanto. ¿Y si nos casamos?
En realidad era recién que le había visto los ojos, chicos como los de las muñecas, de un celeste rayado y radioso, miraban más allá del cielo, los acontecimientos en la eternidad. Hubiese bastado que tuviese sólo uno; dos era demasiado. Recordó el día nupcial aunque se le iba como un buque, y lo volvía a traer. Los parientes, todos comiendo confites, el vestido e Diamanta; de organdí hasta el suelo, color amarillo rabioso, yema de huevo, y el velo azul rodeado de huevo. Así la trajo a la cama, después de la pavana se cerró la puerta. Ella no se reclinó; buscó en el bolsón de novia una cuaderna, y estudió toda la noche; él la ayudó en aritmética, geografía, y en otra cosa escrita ahí que no se entendía.
Pasaron del mismo modo todos los días. Hoy, bajo la tormenta, él se animó:
-Diamanta, ponte el vestido, el de novia. Hagamos como que hoy nos casamos. Nos casamos, hoy.
Ella, imprevistamente, obedeció; fue al ropero, salió; abajo, se colocó la diadema y el velo.
Cuando él la fue a enlazar, ella se escapó por la ventana; él la siguió, la perdió, la encontró detrás de las zarzas, parada y rígida, y brillando como si fuera sólo un cirio.
Él, entonces, quedó desconocido, se puso unos guantes de asesino, cortó las espinas, la trajo hasta sí. Le quitó todos los celajes que parecían mil, y el último, de entre las piernas, del que cayeron miosotis y algunos caramelos, que el viento llevaba y desparramaba.
Durante el zarpazo ella sacó un poco la lengua, roja como el botón de las rosas, perdió saliva y lágrimas; dio un grito lujurioso y chiquito.
El mundo, al oírlo, quedó parado. Se terminó el vendaval.
Celiar quedó helado. Hablaba con el pensamiento y se oía, sin embargo gritado en los aires:
-Por Dios, Diamanta, tienes los velos; ve tras de las espinas; qué pecado fue hecho. Párate como la Virgen. Jamás contaré lo habido. A ver, dónde está tu himen. Te lo daré; lo tendrás, nuevamente, te lo pegaré.
Vio el cendal de ella goteando como las rosas, y los dos senos con los pezones moviéndose y cuchicheando y que parecían ya incolmables.
Qué pecado fue cometido.
Diamanta ondeaba como una víbora.
El resto del mundo estaba azul, negro y quieto. 

Marosa Di Giorgio, en Rosa Mística
 
imagen: Alfredo Prior

domingo, 27 de enero de 2019

sólo hay movimiento de lo infinito - Deleuze Guattari

 
El movimiento mantiene una relación especial con lo imperceptible, es por naturaleza imperceptible. Pues la percepción sólo puede captar el movimiento como la traslación de un móvil o el desarrollo de una forma. Los movimientos, y los devenires, es decir, las puras relaciones de velocidad y de lentitud, los puros afectos, están por debajo o por encima del umbral de percepción. Los umbrales de percepción son sin duda relativos, así pues, siempre habrá uno capaz de captar lo que escapa a otro: el ojo del águila... Pero el umbral adecuado, a su vez, sólo podrá proceder en función de una forma perceptible y de un sujeto percibido, apercibido. Por eso el movimiento como tal continúa produciéndose en otra parte: si se constituye la percepción en serie, el movimiento se efectúa siempre más allá del umbral máximo y más acá del umbral mínimo, en intervalos en expansión o en contracción (microintervalos). Ocurre como con los enormes luchadores japoneses, cuyo avance es demasiado lento y la llave demasiado rápida y repentina como para ser vistos: en ese caso, lo que se acopla no son tanto los luchadores corno la infinita lentitud de una espera (¿qué va a pasar?) con la velocidad infinita de un resultado (¿qué ha pasado?). Habría que llegar al umbral fotográfico o cinematográfico, pero, con relación a la foto, el movimiento y el afecto siguen refugiándose por encima o por debajo. Cuando Kierkegaard lanza la maravillosa divisa, "Sólo miro los movimientos", puede comportarse como un asombroso precursor del cine, y multiplicar las versiones de un escenario de amor, Agnès y el Tritón, según velocidades y lentitudes variables. Razón de más para precisar que sólo hay movimiento de lo infinito; que el movimiento de lo infinito sólo puede hacerse por afecto, pasión, amor, en un devenir que es muchacha, pero sin referirse a cualquier tipo de "mediación"; y que ese movimiento como tal escapa a la percepción mediadora, puesto que ya se efectúa en todo momento, y que el bailarín, o el amante, ya está "de pie en camino" en el mismo instante en que cae de nuevo, e incluso en el instante en que salta. Al igual que la joven como ser fugitivo, el movimiento no puede ser percibido.

"Devenir-intenso, devenir-animal, devenir-imperceptible" en 
Mil Mesetas - Capitalismo y Esquizofrenia