martes, 30 de agosto de 2016
a veces un poema - Macarena Trigo
(...)
A veces un poema
es una excusa,
una forma distinta
de repetirnos siempre,
de hacer un fondo blanco,
saber todo perdido.
Por eso tantas veces,
como ahora,
el poema no llega
a terminarse
y puede hacerse eterno,
certeza repetida,
intermitencia aguda,
sueño a medias,
y dice cualquier cosa
y no es culpa de nadie.
Es que pasa y se deja
que nos pase
porque se está ocupada
en encontrar la orilla,
los bordes del poema.
La vida. Sus costuras.
Macarena Trigo
http://mecagoenlabohemia.blogspot.com.ar/
imagen: Felipe Alonso
sábado, 27 de agosto de 2016
situación irregular
sobre los migrantes y los centros de detención, comparto palabras de un amigo y artista colombiano residiendo en el conurbano:
Para mi como migrante era o es obvio que se venía un momento difícil para nosotros . Por el cambio político si . Pero también por algo que ya está ahí .(hay una xenofobia que es cultural en Argentina) ... Sentía que poco a poco se iban a cerrar las oportunidades para algunos extranjeros ( becas educativas por ejem) centros de detención y una regularización del fenómeno migratorio .... Me indigna si . Me preocupa . ( por que en un lugar de detención de estos pueden pasar muchas cosas ) ... Pero no me sorprende . Creo que se habían demorado mucho en mandarse una de estas . Seguro en algunos días a las personas con algunos rasgos así medio raros como los míos . La pararán en la calle . Mirarán sus documentos . Antecedentes . Actividades ( ya sucede igual ).
A mis vecinos les incomoda un poco tener vecinos inmigrantes . (Barrio tradicional de inmigrantes de los 50 .)Lo notas . A otros no tanto .. Hay muchos que no registran a los inmigrantes directamente . Pero es verdad que muchos no quieren establecer lazos con inmigrantes que trabajen con nosotros , que vivan o compartan en nuestro barrio . Los queremos si, a veces y a veces mejor lejos . O restringidos y delimitados . Así todos estamos más tranquilos . Si están contenidos ..
ACTUALIZACIÓN:
ESCUDO DEL MIGRANTE
Ante
las nuevas y punitivas políticas antiderechos, antimigrantes del actual
gobierno queremos acércales una guía que sirve como herramienta para
conocer nuestros derechos y así poder evitar cualquier tipo de violencia
institucional que podamos padecer solo por el hecho de ser migrantes.
Pedimos
a todas y todes (orgas, comités, juntas, agrupaciones, centros
comunitarios, teatros, centros culturales, hospitales, etc.) que
difundan esta información que es de vital importancia.
Agradecemos a la Cooperativa Las Bases por su aporte a este material
Migrantes somos todes, estamos defendiéndonos
#NingunaPersonaEsIlegal
#Tocanaunesaltamostodes
DESCARGA el Escudo del Migrante:
viernes, 26 de agosto de 2016
martes, 23 de agosto de 2016
uno deja a veces el camino por miedo al fracaso
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Uno deja a veces el camino por miedo al fracaso.
Si no lo leíste las 10 veces leelo de nuevo y después saltate este renglón.
Pero el miedo no siempre se ve.
Ahora miralo.-
Vicente Luy
imagen: Julien Félix
lunes, 22 de agosto de 2016
Navega - JORGE FANDERMOLE
Levanta del barro una estrella
y en ella flotando livianas
la espuma, la tierra y la llama,
la pluma, la cerda y la escama;
el sueño que tarda y el alba que llega,
el agua, la sed y la arena.
Navega, alma mía, navega,
respira el dolor por las velas.
Navega, navega.
Navega, navega.
Todo lo que arde va en el viento al olvido
y así mide mi vida el reloj del río
por dónde iré flotando
con el último latido;
flores que pasan
y el brillo que queda
navega.
Navega- JORGE FANDERMOLE
sábado, 20 de agosto de 2016
dama de las camelias
Dama de las
Camelias: ¡Sí! Soy la puta del fin del mundo. Mi cuerpo
escupe sangre y moco negro por todas sus bocas. Ya no puedo respirar,
me ahogo en todos. Los hombres me han usado y rechupado hasta el
agotamiento total. Bebieron de mi copa de cristal, le pasaron la
lengua, y no satisfechos los muy cerdos, le dieron un mordisco y otro
y otro, enajenados de gula, sin sentir los cortes, las laceraciones,
deglutiendo vidrio y carne y sangre. Y yo he bailado feliz con ellos,
me entregué entera sin oponer resistencias hasta que la última gota
de leche se tornó amarilla y amarga y manó envilecida de la fuente
reseca. No queda de mí más que esta cáscara pálida,
resquebrajada, esta risa cascada de madama tuberculosa. He sido mi
propia proxeneta, mi propia melancólica rufiana. Ya no puedo
engendrar más que ¡ay cadáveres! Soy la puta de las camelias, la
tierra baldía, el último relleno sanitario. A esto me han reducido
con sus promesas, con sus caricias, con sus sonrisas, con sus
perforaciones, penetraciones, extracciones, succiones, explosiones,
con sus ductos y productos, sus óleos y petróleos, sus
derramamientos y excrementos. Sodomizada por mil caños cloacales,
infartada en mierda. Alégrense y admiren su obra. Este es mi cuerpo
exhausto, mi piel marchita, irreparable, y les pertenece por
completo. Soy la puta de las camelias. Fui joven y hermosa. Hoy soy
este desierto donde el sol nunca se pone, arde sin término sobre el
cemento infinito. Soy agria. Soy atroz. Soy intransitable. ¡Alégrense
les digo, soretes! Soy la que aniquila bosques y ciudades con su tos
infernal, con su fiebre de huracanes, con sus convulsiones
tectónicas. Amen su victoria. Soy Babilonia, El Cairo, Súmer, soy
Tenochtitlan, soy Moscú, Buenos Aires, París, Santiago, Caracas,
Río, Nueva York. Soy su madre. Soy su hogar. Soy la puta más puta
de todas las putas. Y ustedes, mis tiernos, mis bienamados, mis
rechonchones, ¡ustedes son todos los hijos de esta Gran Puta!
Juan Manuel López Baio, AGRIA - Catástrofe bíblica para tres overoles, algunos coros y varios artistas invitados
intervención en El Andamio Espacio Cultural
actúan: Sofía González Scheffer, María Laura
fotos: Marianela Berrios
viernes, 19 de agosto de 2016
no es bella la imagen que no expresa nada
«No es bella la imagen que no expresa nada», dice Elie Faure. Cuando la imagen de nuestro cuerpo no expresa más que otra imagen —tomada del cine o de una revista de modas— no puede haber en ella verdadera belleza, puesto que está alejada de la realidad, de una expresión auténtica. Por lo demás, es esta expresión la que nos esforzamos por disimular.
Pero, precisamente, en este esfuerzo por escondernos, por protegernos, revelamos toda nuestra vulnerabilidad. Porque la imagen que creemos proyectar no corresponde forzosamente a la que los demás reciben. Entre nuestra intención y el efecto que realmente producimos existe a menudo una falla. Los demás no ven en nuestra máscara imperfecta más que la necesidad de llevar una máscara, la necesidad de presentarnos como distintos de lo que somos. Pensamos crear una ilusión, pero somos nosotros los que vivimos en la ilusión de ser vistos como deseamos serlo.
En efecto, detrás de nuestros disfraces, continuamos encontrándonos siempre a disgusto dentro de nuestro pellejo. Al no sentir nuestro cuerpo, decimos que no nos sentimos bien. (Este doble sentido revelador existe en varias de las lenguas occidentales). Nos quejamos de sostener con los demás relaciones superficiales. Nos parecen seres secretos, inaccesibles. En realidad no los percibimos mejor de lo que nos percibimos a nosotros mismos. Si no conseguimos «tocar el fondo» de otra persona, ¿no se debe quizás a que flotamos en la superficie de nuestra propia realidad? Si reprochamos a los demás no saber o no querer ponerse en nuestro lugar, ¿no es porque nuestro «lugar» está mal definido, nuestro «espacio» mal ocupado, porque nos hallamos en una falsa posición con respecto a nosotros mismos?
A menudo atribuimos nuestro malestar a la vida sedentaria. Y aunque el origen de nuestro envaramiento y de nuestra falta de sensaciones remonta mucho más lejos, no estamos completamente equivocados.
Porque, efectivamente, la inmovilidad constituye un gran obstáculo a la percepción del cuerpo y existen partes de nuestro cuerpo que no se han movido desde hace años. Cuanto mayor es el número de nuestras zonas muertas, menos vivientes nos sentimos.
Las percepciones corporales sólo pueden desarrollarse mediante la actividad. Pero no una actividad cualquiera. No la actividad mecánica, la repetición de un movimiento docenas de veces. Eso sirve únicamente para ejercitar la obstinación, para embrutecer. El movimiento no nos revela a nosotros mismos si no tomamos conciencia de la forma en que se hace (o no se hace).
Pero, precisamente, en este esfuerzo por escondernos, por protegernos, revelamos toda nuestra vulnerabilidad. Porque la imagen que creemos proyectar no corresponde forzosamente a la que los demás reciben. Entre nuestra intención y el efecto que realmente producimos existe a menudo una falla. Los demás no ven en nuestra máscara imperfecta más que la necesidad de llevar una máscara, la necesidad de presentarnos como distintos de lo que somos. Pensamos crear una ilusión, pero somos nosotros los que vivimos en la ilusión de ser vistos como deseamos serlo.
En efecto, detrás de nuestros disfraces, continuamos encontrándonos siempre a disgusto dentro de nuestro pellejo. Al no sentir nuestro cuerpo, decimos que no nos sentimos bien. (Este doble sentido revelador existe en varias de las lenguas occidentales). Nos quejamos de sostener con los demás relaciones superficiales. Nos parecen seres secretos, inaccesibles. En realidad no los percibimos mejor de lo que nos percibimos a nosotros mismos. Si no conseguimos «tocar el fondo» de otra persona, ¿no se debe quizás a que flotamos en la superficie de nuestra propia realidad? Si reprochamos a los demás no saber o no querer ponerse en nuestro lugar, ¿no es porque nuestro «lugar» está mal definido, nuestro «espacio» mal ocupado, porque nos hallamos en una falsa posición con respecto a nosotros mismos?
A menudo atribuimos nuestro malestar a la vida sedentaria. Y aunque el origen de nuestro envaramiento y de nuestra falta de sensaciones remonta mucho más lejos, no estamos completamente equivocados.
Porque, efectivamente, la inmovilidad constituye un gran obstáculo a la percepción del cuerpo y existen partes de nuestro cuerpo que no se han movido desde hace años. Cuanto mayor es el número de nuestras zonas muertas, menos vivientes nos sentimos.
Las percepciones corporales sólo pueden desarrollarse mediante la actividad. Pero no una actividad cualquiera. No la actividad mecánica, la repetición de un movimiento docenas de veces. Eso sirve únicamente para ejercitar la obstinación, para embrutecer. El movimiento no nos revela a nosotros mismos si no tomamos conciencia de la forma en que se hace (o no se hace).
Thérèse Bertherat, el cuerpo tiene sus razones
miércoles, 17 de agosto de 2016
una lengua hablame
una lengua hablame
pero con la
música hasta el cuello
Mónica Sifrim
fuente:http://unpocodefiebre.blogspot.com.ar/
imagen: Santiago Caruso
y a tu mamá también
16/08/16
La Policía Federal reprimió una manifestación de jubilados que reclamaban un aumento de emergencia para paliar los efectos de la fuerte inflación, combinada con un escaso incremento del haber mínimo. Los efectivos de seguridad lanzaron con camiones hidrantes hacia los manifestantes, para que estos abandonaran el lugar y habilitaran el paso de los automóviles.
Los jubilados, acompañados por la Corriente Clasista y Combativa (CCC), se hicieron presentes en el puente que une al sur del conurbano bonaerense con la Capital Federal, pero la Policía aplicó el protocolo antipiquetes y los reprimió.
lunes, 15 de agosto de 2016
sábado, 13 de agosto de 2016
juntos somos anteriores a nosotros
Fuego burlador de códigos. Encantamos la noche.
Nos posee el momento, nuestro anillo de bodas.
Fuera de él sólo hay nombres.
(...)
Nos miramos como quienes despiertan.
Estamos en un sitio que no sabemos nombrar.
Nos construimos sobre lo arrasado sin comprender este auge.
Sólo déjame contemplarte, centro caoba del temblor.
(...)
La claridad rodea nuestro letargo. Una calma nos encuentra. Las mareas tocan a nuestra puerta para despertarnos.
Juntos somos anteriores a nosotros.
(...)
Verdes ilesos.
¿Sobrevive aquí el hondo designio?
Rafael Cadenas, Una isla
imágenes: William Ropp y Antonio Lee
jueves, 11 de agosto de 2016
martes, 9 de agosto de 2016
la actuación, a diferencia de la vida, busca no resolver el conflicto
El actor inmerso en una situación dramática no debe resolver el conflicto, no debe explicitar ni contar el cuento de adentro (el de su interior) porque, si no, pierde condensación y fuerza. Hay un nivel que no tiene que explicitar deliberadamente porque, si explicita su actuación, es mediocre. Un tipo que pasa por una situación confusa se enfrenta a algo que no había pensado y, si explicita, si dice: “Mirá, aquí hay un malentendido”, no solo cierra la situación dramática sino los canales por los que la atención del público permanece. La actuación, a diferencia de la vida, busca no resolver el conflicto. Debo entrenarme en no hacer explícito aquello que es perceptible, aquello que el espectador se da cuenta que pasa.
Cuando
el actor piensa diferente a lo que dice textualmente, dan ganas de
mirar. Entonces, en el espectador se genera una tensión (que también es
atención) entre lo que ve del actor y lo que no ve y supone por su
estado interior. El segundo pensamiento de la puesta escénica es toda la
resonancia que se da a través del entrecruce de todos los signos
escénicos. El actor no debe vaciar el tanque de impulsos de golpe porque
en el vaciamiento ya no hay carga, y la carga tiene que ver con la
contención. Tenés que proponerte que lo que te pasa adentro no es lo que
te pasa afuera, no hacer afuera lo que te pasa adentro. Después, con el
entrenamiento, sí te permitís sacar un poco afuera y seguir
reprimiendo, volver a sacar, etcétera. En principio, no debes mostrar
tus imágenes internas. Después, cuando tengas experiencia en esta
habilidad, sí largás y mostrás algo de lo que te pasa, lo hacés
explícito, obvio y volvés a reprimir. La clave de una actuación es otra
resonancia distinta a la del texto dramático, es guardar lo que te pasa.
Alberto Ure - Ponete el antifaz
texto completo: http://franureclases.wixsite.com/albertoure/libros
imagen: Johannes Kahrs
Alberto Ure - Ponete el antifaz
texto completo: http://franureclases.wixsite.com/albertoure/libros
imagen: Johannes Kahrs
viernes, 5 de agosto de 2016
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