domingo, 13 de marzo de 2022

del cuerpo del hombre al hombre-cuerpo - Juan Carlos Gené

 
 

 
 
 
 I. Del cuerpo del hombre al hombre-cuerpo

No existe cuerpo del hombre. Tal expresión señala un sujeto supuesto que posee un cuerpo, una entidad superior que es dueña de otra inferior. Una vieja historia del espíritu y la materia; una actitud que parece categorizar lo espiritual e inferiorizar lo material.

No es mi intención negar el espíritu; más bien señalarlo como una condición de la materia, basándonos en la comprobación cierta de que todo lo que en la cultura ha sido creado por el espíritu del hombre, lo ha sido por espíritus encarnados en cuerpos, sin los cuales tales espíritus no hubiesen tenido la menor oportunidad de crear nada. Más bien sostengo la innegable realidad del espíritu. Pero el espíritu es un estado de la materia que avanza misteriosamente en la evolución, hacia grados más y más complejos de autoconsciencia, de imaginación y de percepción del yo y del universo, así como de la relación estrecha entre ambos. Comprobadamente, no hay espíritu sin materia; no probadamente pero posiblemente, sospecho que no hay materia sin espíritu.

La complejidad abismal de la materia, puesta día a día en mayor evidencia por la ciencia contemporánea hasta generar el principio (absolutamente científico) de incertidumbre (algo así como la comprobación científica del misterio), ha borrado los límites de esa ambigua frontera entre espíritu y materia.

Por eso prefiero hablar no ya del cuerpo del hombre, sino del hombre-cuerpo; sencillamente el hombre, como lo llamaré en adelante, encareciendo se entienda como un cuerpo: fenómeno mistérico individualizado y material, con todo lo espiritual que tal afirmación implica; un ser unificado.

Todo lo que existe y no es estrictamente naturaleza, ha sido creado por el hombre, por ese cuerpo nacido y sujeto de la muerte que se interroga sobre su sentido de ser en el mundo. En cuanto a un responsable creador de la misma naturaleza, del universo todo, sólo la fe da acceso a ese misterio. Y el misterio, ya lo ha dicho Jean Guitton, se ahonda con la indagación; un misterio no es un problema que la indagación clarifica y resuelve. Por eso el origen del universo es misterio en el que dificulto podamos alguna vez penetrar, precisamente por eso que llamo abismal complejidad de la materia.

Permanezcamos pues, en el universo cultural que el hombre ha creado al compás de las interrogaciones acerca del sentido de la vida: porque en ese inabarcable universo creativo, está el teatro.

20 temas de reflexión sobre el teatro

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