Ya
hacía tiempo que trataba de dilucidar cómo el espacio escénico puede
ser generado a partir de las acciones del actor. No un espacio pensado
con antelación a los ensayos, sino creado a partir de las acciones. Se
me presentaba la imagen de la piedra que cae al agua y genera ondas
circulares que se expanden con regularidad. Para mí, al realizar sus
acciones, el actor genera una energía espacial que va dando forma al
espacio escénico, como si estuviera en el centro de una esfera; así
establece, por ejemplo, que ciertas zonas de la escena están en contacto
con todo lo que las rodea y ciertas zonas se absorben hacia dentro de
sí mismas y permanecen aisladas, que haya zonas iluminadas y otras, no; y
estas definiciones espaciales afectan a todos los sistemas de signos,
que se pliegan a tales definiciones, las contradicen o juegan con ellas
en forma dialéctica.
Fernando Javier, entrevistado en El espacio escénico - Cuadernos del Picadero No. 4.
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http://editorial.inteatro.gob.ar/cuaderno04.php
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