Pareciera que el estudio técnico de las operaciones del cuerpo nos provee de fórmulas y prohibiciones para actuar bien.
Esta es una ilusión muy fuerte, pero falsa.
Un actor se cruza de brazos, y pone distancia con la situación. Se protege.
Otro actor cruza los brazos, y retiene y acumula en ellos la necesidad creciente de abrirlos que la situación le produce, para ahorcar o acariciar.
Expresivamente hacen "lo mismo", pero en esa divergencia se juega el movimiento o la muerte de la escena.
(un tercer actor adopta la postura de brazos cruzados, se observa a sí mismo siendo observado por otros, y proyecta sobre el público una imagen móvil estilizada de sí mismo.
este tal vez sea el menos implicado de los tres, y el que presenta el mayor peligro artístico: no ya la muerte de la escena, sino su banalización.)
(un tercer actor adopta la postura de brazos cruzados, se observa a sí mismo siendo observado por otros, y proyecta sobre el público una imagen móvil estilizada de sí mismo.
este tal vez sea el menos implicado de los tres, y el que presenta el mayor peligro artístico: no ya la muerte de la escena, sino su banalización.)
imagen: Alisa Resnik
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