El oficial de nuestro ejército después de asombrar al enemigo por su
valor, debe ganar a los pueblos por el irresistible atractivo de su
instrucción. El que se encuentre desnudo de estas cualidades redoble
sus esfuerzos para adquirirlas, y no se avergüence de una dócil
resignación a la enseñanza que se le ofrece, pues en un pueblo naciente
todos somos principiantes, y no hay otra diferencia que la de nuestros
buenos deseos: el que no sienta los estímulos de una noble ambición de
saber y distinguirse en su carrera, abandónela con tiempo, y no se
exponga al seguro bochorno de ser arrojado con ignominia: busque para su
habitación un pueblo de bárbaros o de esclavos y huya de la gran
Buenos Aires que no quiere entre sus hijos hombres extranjeros a las
virtudes.
°°°
La libertad de los pueblos no consiste en palabras ni debe existir en
los papeles solamente. Cualquier déspota puede obligar a sus esclavos a
que canten himnos a la libertad; y este cántico maquinal es muy
compatible con las cadenas, y opresión de los que lo entonan. Si
deseamos que los pueblos sean libres, observemos religiosamente el
sagrado dogma de la igualdad. ¿Si me considero igual á mis
conciudadanos, por qué me he de presentar de un modo que les enseñe que
son menos que yo?
°°°
Los pueblos deben estar siempre atentos a la conservación de sus
intereses y derechos y no deben fiar más que de sí mismos. El extranjero
no viene a nuestro país a trabajar en nuestro bien, sino a sacar
cuantas ventajas pueda proporcionarse. Recibámoslo en buena hora,
aprendamos las mejoras de su civilización, aceptemos las obras de su
industria y franqueémosle los frutos que la naturaleza nos reparte a
manos llenas; pero miremos sus consejos con la mayor reserva y no
incurramos en el error de aquellos pueblos inocentes que se dejaron
envolver en cadenas, en medio del embelesamiento que les habían
producido los chiches y coloridos abalorios. Aprendamos de nuestros
padres y que no se escriba de nosotros lo que se ha escrito de los
habitantes de la antigua España con respecto a los cartagineses que la
dominaron:
Libre, feliz, España independiente
Se abrió el cartaginés incautamente:
Viéronse estos traidores
Fingirse amigos, para ser señores;
Entrar vendiendo por salir mandando
Mariano Moreno
fuente varias
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