¡Obedece pues, Cinco Sanguinario, a tu fuerte naturaleza
sin ser visto! Porque ¿quién lo sabrá?
Y aprende, en el hueco de mis brazos, en mi pelo
quién eres tú. Olvida, en la corva de mis rodillas
tu nombre ocasional.
¡Disciplina miserable! ¡Orden pobretón!
Por eso yo te ruego, Cinco Sanguinario
que vengas a mí en esta noche de lluvia tibia
exactamente como tu temías: ¡como un ser humano!
Como una contradicción. Como un tengo-que-pero-no-
quiero.
¡Ven como ser humano! ¡Como te creó la Naturaleza
y sin tu casco de acero! Aturdido y salvaje y enredado
en tí mismo.
Y abandonado sin freno a tus instintos,
esclavo indefenso de tu propia fuerza.
Ven pues: ¡como ser humano!
Bertolt Brecht, Un hombre es un hombre, escena 4
palabras de
la viuda Leokadja Begbick, cantinera, al sargento Charles Fairchild, el
Cinco Sanguinario, Tigre de Kilkoa, Tifón Humano, sargento del ejército
británico, en una noche de lluvia...
obra pictórica: Joseph Loughborough, Games of shadows and innocence
Poderoso!
ResponderEliminar¡sí!
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