lunes, 30 de enero de 2012

GODARD: La propiedad intelectual no existe... "Ética para Savater"




"hhmmm.... ¿qué coño será ese coso de la SOPA?"


"Defiendan a los creadores, no a los piratas"


"No conozco los detalles de la SOPA y la PIPA, de modo que no puedo señalar sus defectos y sus aciertos, pero en cambio gran parte de lo que braman sus adversarios me suena a música conocida."




sí, se nota que no conocés. ¿para qué te sirve tu vasto pensamiento filosófico si no sos capaz de interiorizarte de algo tan básico e importante? ¡Informate!
y sigue:

miércoles, 25 de enero de 2012

cuando se cae la máscara

http://tiempo.infonews.com/notas/discepolo-y-poesia-del-fracaso


extractos de una nota al director Guillermo Cacace, a propósito de su trabajo con los textos de Discépolo



-¿Por qué tu interés por Discépolo?

"Armando Discépolo es ese tipo de autores que al leerlos nos envían inmediatamente hacia un acontecimiento cuya concreción pide cuerpo para que pueda suceder en el tiempo y el espacio. Lo mismo me sucede con Beckett o con Chejov. Teatro puro. La diferencia es que cuando se trata de Discépolo, siento que “eso que pasa” establece una conexión muy fuerte con un territorio específico: lo argentino. Y con esto, no digo que lo explica, digo que sus textos condensan tanto sentido en relación a nuestra realidad que ponerlo en escena siempre es una vía poética para seguir comprendiéndonos."

–¿Qué te interesó y cuáles fueron tus lectura de Stéfano, Babilonia y Mateo, los tres textos de Discépolo con los que trabajaste como director?
"A partir de Mateo, que fue mi último Discépolo, empiezo a trabajar más radicalmente con algo que llamé “la figura del desesperado”. Cuando examino retrospectivamente Stéfano y mi versión libre de Babilonia, siento que un gran interés por esta condición ya estaba presente en esas puestas. El desesperado es el sujeto que, alienado en su máscara, se encuentra cercenado de crear alternativas a su situación, es reducido a una posición casi animal. Se aferra a su máscara-artificio para salvarse de su derrota final, pero la máscara se resquebraja, cae y, vapuleada su identidad, es arrojado a un destino trágico. Es por eso que mis grotescos conservan algo del humor que otorga al género esa ambigüedad tan exquisita, y al mismo tiempo están sumergidos en una oscuridad que no puedo evitar. Que no puedo evitar si sé que tracción a sangre no sólo tira el caballo del coche en la ficción de 1923, tracción a sangre humana funciona toda una siniestra maquinaria que sigue generando exclusión y desigualdad. Tracción a sangre vemos todos los días a los cartoneros arrastrar sus carros en una ciudad donde la mayoría de los porteños legitima en las urnas a algunos de los artífices visibles de estos mecanismos. En lo grotesco, como en lo siniestro, lo cotidiano se revela monstruoso (...)"


Espectadores: "15 años CON Cabezas"

http://espectadores.wordpress.com/2012/01/25/15-anos-con-cabezas/

gracias al post de Espectadores, de María Bertoni, que recomiendo leer. comparto con ustedes una cita del post y algunas fotos allí linkeadas:


José Luis Cabezas vale, no porque hoy resulte símbolo y emblema de la lucha contra la impunidad. Vale porque era José Luis, el hijo de Norma y de José, el marido de Cristina, el padre de Candela, Ignacio y Agostina. Eso era José Luis, y eso pretendemos que continúe siendo.
Una persona corriente, con un talento particular para la fotografía. Con pasión por su profesión, con dificultades para llegar a fin de mes, con deseos de progresar y temor de perder el empleo.
Ni más ni menos que cualquiera de estos fotógrafos que hoy cubren el juicio que desmenuza su muerte.
Todos ellos vagamente saben que lo que sus ojos ven, el recorte de la realidad que hacen con sus máquinas de fotografía, construye lo que la gente común llama “las noticias”. Ninguno lo diría de este modo, pero su trabajo es esencial a la democracia y a la libertad, porque garantizan el derecho a la información, contraparte del derecho a la libertad de expresión.
(…)
El asesinato de José Luis puso en entredicho estas libertades, porque afectó a quienes ejercían su profesión. De haber ganado la pulseada, los asesinos habrían instalado la noción de que para sacar fotografías hay que jugarse la vida.

“(...) el crimen de Cabezas no es un hecho aislado, ni su efecto se limita al dolor causado a sus familiares: éste es un crimen pensado y ejecutado para tener un efecto devastador en la sociedad”.


Algunas de las fotos que Cabezas tomaba:
http://www.revista-noticias.com.ar/cabezas/trabajo.html

Muestra "Una foto por Cabezas":
http://www.argra.com.ar/2008/galeria_cabezas.php


ser o no ser

y sí... adentro podemos tener vértigo de pájaros o la conciencia mugrienta de ideas descartables.
hay que hacerse cargo.

"las que duermen dentro"
(http://puntasdelclavo.blogspot.com/2012/01/las-que-duermen-dentro.html)





"que no lo veas no significa que no está ahí"
(http://www.awbnetwork.org/)



lunes, 23 de enero de 2012

dust in the wind


(imagen encontrada en:
http://puntasdelclavo.blogspot.com/2012/01/estoy-encerrado-en-un-andamiaje-de.html)


I close my eyes
only for a moment
and the moment´s gone

Hernán Casciari - Cómo matar al intermediario

Casciari, escritor y creador del blog-revista-editorial-bar-comunidad Orsai, contra la industria editorial y contra todos los intemediarios parásitos. Un genio.


este es el post original del 2010, en su blog, donde renunciaba a sus intemediarios, después de hincharse definitiva y soberanamente las pelotas:

http://orsai.bitacoras.com/2010/09/renuncio.php


Renuncio

domingo, 22 de enero de 2012

una mirada...

Una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión de mundo
La rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos


Alejandra Pizarnik
-

farmoterapia


Skrillex - Ruffneck (Full Flex)

La partida del hijo pródigo - Rainer María Rilke

Alejarse ahora de todo esto confuso,
que es nuestro pero no nos pertenece,
que, como el agua en las viejas fuentes,
nos refleja temblando y descompone la imagen;
de todo esto, que como con espinas
se agarra una vez más a nosotros... alejarse
a esto y a éste,
que ya no veíamos
(tan cotidianos y acostumbrados eran),
contemplarlos de pronto: suaves, conciliadores
y como en un principio y de cerca;
y presintiendo comprender qué impersonalmente,
qué por igual cayó el sufrimiento sobre todos,
del que la infancia está llena hasta el borde:
Y sin embargo irse entonces, arrancando la mano de la mano,
como desgarrando de nuevo algo ya sanado,
y marcharse, ¿a dónde? A lo incierto,
lejos, a un país cálido e inmóvil,
que tras toda acción, como un decorado, 
seguirá indiferente: jardín o muro;
y marcharse: ¿por qué? Por impulso, por temperamento,
por impaciencia, por esperanza oscura,
por incomprensibilidad y por incomprensión.


Tomar todo esto sobre sí y en vano
dejar caer algo que quizá se tenía,
para morir solo, sin saber por qué...


¿Es esto la entrada a una nueva vida?


Rainer María Rilke, Cartas a un joven poeta
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