Las manos
Tuerta la mula carga
el chivo al lomo
en el reino de los ciegos
Taba vino y mate
el hombre trae al hombro
cordero atado
Vení Zenón, dame una mano
Rodilla en el cogote
pa' que no zafe el pescuezo
largo el cuello tenso
otro, le abre las ancas
Pánico en las órbitas
del vidrio turbio de sus pupilas
desea llorar polvo y miedo
¿están empañados sus ojos
con el vino del la muerte?
Moco, saliva y tierra
chorrea agua el cuerpo todo
el corazón truena estaqueado
el pecho, recuerda el campo
la hierba ácida
el rocío fresco
las noches tibias
correr
Por última vez siente vivir
Todo asesino es avezado en el puñal
desenvaina su faca brilla la hoja pulida
diestra la mano cava un tajo
Un vahído desafinado
taladra los oídos
desde el cuello hendido
para quienes pueden oír un llanto
entre tanto desierto
Tuerta recula espantada
su relincho reconoce
el llamado de la muerte, del miedo
rememora su memoria de mula
el ritual
los hombres violan los animales mueren
Alboroto y júbilo
la peonada vence
la civilización festeja
5 temblores sacuden el cuerpo
protesta irreparable
como dedos de una mano
Boca abajo
culo para arriba cuelga de un gancho
¿ya sin vida?
la sangre ebria chorrea
cae espesa en exhibición
dominada la víctima del progreso
Hiende el peón el cuchillo
se prepara a abrir el vientre
obsceno el tajo
desnudo el cuerpo a la vista de las moscas
el espectáculo no tiene curiosos
desagrieta bofes, achuras y entrañas
con prolijidad de modisto inglés
desprende tripas vísceras y grasa
separa huesos y músculo humeante
resguarda el hígado de los perros
famélicos
Una nube negra
planea en círculos
vacío el cordero
los fieles se detienen un segundo
a contemplar la obra
¿Y maestro, pa' cuando una chacarera?
Las manos nudosas del cantor
entonan una copla alegre
es un día de fiesta en la estancia